Informe Técnico ENFEN Año 6 N°07, 2020

Abstract

En julio de 2020, las anomalías negativas de la temperatura superficial del mar (TSM), en promedio y respecto a junio, variaron de -0,4 °C a -0,3 °C en el Pacífico ecuatorial central, mientras que en la región Niño 1+2, que incluye la zona norte y centro del mar peruano, se intensificaron de -0,7 °C a -1,2 °C. En niveles bajos de la tropósfera, sobre el Pacífico ecuatorial, los vientos del este se intensificaron desde los 120°W hacia los 160°W; pero disminuyeron entre los 100°W y los 80°W. En niveles altos de la tropósfera y sobre el continente persistieron vientos anómalos del este, incidiendo sobre la región noreste del Perú. En el Pacífico ecuatorial central y oriental, se observó la propagación de una onda Kelvin cálida débil que profundizó ligeramente la termoclina y elevó los niveles del mar. De otro lado, la presencia de pulsos de viento del este, en la zona central y occidental, se habrían proyectado en un nuevo paquete de ondas Kelvin frías, cuyo núcleo se localiza al oeste de 150°W. A escala regional, el Anticiclón del Pacífico Sur (APS) se desplazó ligeramente hacia el este de su posición habitual, presentando una configuración zonal. Asimismo, el APS presentó episodios de intensificación próximos a la costa occidental sudamericana, así como periodos de debilitamiento como parte de su variabilidad, reflejándose ambos procesos en los vientos costeros frente a Perú. En el litoral, se mantuvieron o desarrollaron condiciones frías anómalas desde Talara hasta Callao, con anomalías diarias de la TSM de hasta -1,5 °C en la zona norte. Más allá del litoral, desde Paita hasta Pisco, continuaron detectándose anomalías negativas de TSM de hasta -2 °C, alcanzando una cobertura hasta las 200 m.n. en la zona norte y solo hasta las 40 m.n. frente a Pisco; en la zona sur persistieron las ligeras anomalías positivas. En la capa subsuperficial, se mantuvieron las anomalías térmicas negativas sobre los primeros 100 m de profundidad, tanto dentro de las 100 m.n., frente a Paita y a Chimbote, como a 300 m.n. de la costa, frente a Tumbes y a Paita, las que, en conjunto con las anomalías negativas térmicas en superficie, señalan la influencia del primer paquete de ondas Kelvin frías que arribó a la región entre mayo y junio. En relación con la productividad marina, la concentración de clorofila-a presentó, en promedio, una ligera disminución respecto al mes anterior de acuerdo con la estacionalidad, aunque, desde el sur de Pisco hasta Ilo, se detectaron anomalías positivas en la franja adyacente a la costa. En el aspecto biológico pesquero, la distribución espacial de la anchoveta estuvo asociada a la mayor cobertura de las aguas costeras frías y aguas de mezcla, registrándose la dominancia de cardúmenes adultos en la región norte-centro. Por otro lado, el jurel y la caballa se presentaron asociados a núcleos de aguas subtropicales superficiales cercanos a la costa y al sur de Punta Falsa, mientras que las especies indicadoras de aguas frías, como el calamar y la múnida, se registraron en la zona costera de Chicama y frente a la costa central, respectivamente. En el aspecto hidrológico, los ríos de la costa norte y central presentaron caudales variables en relación con el promedio histórico, mientras que los de la costa sur presentaron caudales ligeramente mayores a lo normal. En cuanto a los impactos agrometeorológicos, las condiciones climáticas continuaron promoviendo la floración del mango y el crecimiento vegetativo del arroz en la costa norte; asimismo, favorecieron el incremento de la calidad de la maduración de la aceituna y el inicio de la fase de diferenciación floral para el siguiente ciclo productivo del olivo en La Yarada (Tacna). Finalmente, las perspectivas para el Pacífico ecuatorial central señalan el desarrollo de condiciones frías débiles en los próximos meses de acuerdo con los modelos climáticos internacionales. Para la región Niño 1+2, se espera que el nuevo paquete de ondas Kelvin frías arribe a la costa entre setiembre y octubre, contribuyendo a mantener o intensificar las condiciones frías anómalas presentes, resultando en una mayor probabilidad de desarrollo de La Niña Costera de magnitud débil hasta finales de 2020. Respecto al período que va de diciembre de 2020 a marzo de 2021, para el Pacífico central se prevé una mayor probabilidad de condiciones neutras (57 %), seguida de condiciones de La Niña (33 %), mientras que para la región Niño 1+2, la mayor probabilidad corresponde a las condiciones neutras (64 %), seguida de condiciones de La Niña (19 %) y El Niño (17 %).